Se fue Tori Suárez, un gladiador que peleó hasta el final
Dan ganas de putear, de llorar, de encerrarse y de mandar a todo el mundo al carajo. Pero ellos, los que quisieron y querrán por siempre a Tomás, hoy eligen abrazarse. Porque la bronca y la tristeza, a veces, funcionan como el mejor lazo de unión. Sigue leyendo